lunes, 10 de abril de 2017

Yo era Batman en la Primaria

¿Ser Luke Skywalker? Imposible, no tengo una nave espacial ni un sable de luz. ¿Ser Gokú? Tampoco, necesitaría ser un saiyajin o entrenar en una cámara del tiempo. ¿Ser Rambo? Menos, necesito entrenamiento para ser Boina Verde. ¿Ser Spiderman? No estaría mal, antier me picó una araña que me dejó muchos granitos por cierto, lo malo es que todos los niños quieren ser él. ¿Mi última opción? Ser Batman. Lástima que mis papás no se han muerto pero no importa, puedo ser Batman de todos modos.

Había ido con mi mamá al mercado por las cosas del mandado y vi que vendían una máscara de Batman igualita a la de la película del Pingüino y lloré y le hice berrinches de todo tipo a mi mamá pero ella no me la quiso comprar y se negó sin importar mi escándalo. En la noche que ya no estaba tan enojada, la convencí de que me hiciera una de cartón aunque fuera y sí, lo hizo.

La máscara solamente me cubría la cara de frente y no toda la cabeza como yo hubiera querido pero ni modo, era eso o nada. Parecía la cara de un gato y no la de un "murciegalo" o como se diga y era tan delgada que se salían mis cachetes a los lados. Intenté pintarla de negro con un plumín que encontré una vez tirado en el salón pero no quedaba negra completamente sino que estaba de un color oscuro pero pálido y se estaba arrugando mucho.

Para el resto de mi traje, busqué un mantel para recortarlo y encontré uno de mesa sucio sin importar que tuviera dibujos de frutas y flores, eso tendrá que ser mi capa. A la playera del uniforme de educación física le dibujé el logo del pecho (encima del escudo de la escuela) con un plumón más grande que encontré en las cosas de mamá y que olía mucho a popó. Quedó muy deforme pero ya ni modo. Por último usaré una trusa blanca encima del pantalón que ya no me pongo porque tiene muchos hoyos atrás. Mi mamá me va a matar si descubre todo esto, pero no importa, alguien debe proteger la escuela.

En mi primer día como justiciero, me puse el traje en el salón cuando todos salieron al recreo. Me subí afuera de los salones de arriba, saqué una silla de un salón y me subí en cuclillas encima de ella para vigilar todo el patio de la escuela, tal como lo haría el Caballero Oscuro, esta vez no de ciudad Gótica pero si de la escuela primaria Presidente Juárez.

Mientras buscaba algún problema que necesitara de mi presencia, una viejita que yo creo ha de ser maestra me gritó que me bajara de ahí, nervioso me bajé enseguida y corrí a toda velocidad para ocultarme en los baños. Por suerte estaban vacíos y pude quitarme el traje sin que nadie descubriera mi entidad secreta ¿O se dice identidad? Bueno, algo así. También pasó el día y nadie sospechó nada de mi nueva vida como superhéroe.

En mi segundo día como vigilante nocturno... del turno matutino mejor dicho; logré encontrar una pelea en el recreo. Un grandote niño de sexto le estaba pegando a uno de cuarto. Maldito escuincle abusivo. Intenté subirme al barandal y caer planeando desde lo alto pero me dieron mucho miedo las alturas y decidí mejor por esta vez, bajar corriendo por las escaleras.

Después de haber tropezado con mi propia capa y caer rodando tres escaleras hasta llegar al descanso, tuve que aguantarme las lagrimas y salir a encarar al grandote para hacer justicia en nombre del futuro miembro de la Liga de la Justicia y al encontrarme en total desventaja de mi oponente  (él era de sexto, yo de segundo) decidí darle un golpe por sorpresa con todas mis fuerzas en los testículos. 

El tipo cayó del dolor y se revolcaba en el piso mientras me decía las groserías más grandes y que yo ni sabía que existían hacia mí y mi mamá. Puse mis manos en la cintura, creo que el aire ondeaba mi capa, todos veían en círculo callados quizás sorprendidos de ver a Batman mismo en carne y hueso.

Había estudiado las frases de Batman toda la noche y estaba dispuesto a decirlas: "No te mataré pero quiero que le digas a tus amigos de mí, soy Batman" o la de "La diferencia entre tú y yo es que cuando ambos miramos al abismo, y éste nos devolvió la mirada, tú parpadeaste." No sé ni qué signifique eso pero tenía que decirlo.

Lo malo es que las olvidé muy rápido y antes de que pudiera decir una sola palabra, un golpe me dio en la cara de la nada y lo sentí como si hubiera sido la bala de un cañón e hizo que se rompiera mi máscara.

El que me había pegado era el tipo que yo defendí y al que yo le pegué solamente se estaba defendiendo de este maldito - Muchas gracias Supergay - me dice riéndose mientras me quita todo mi dinero y se va.